Imagen: Galatea DNegro
Datos personales
Nombre: Cacique Pampa
Conocido como: Abuelo Pampa (1)
Nombre Humano: Piaré-Guor (2)
Sexo: Masculino
Fecha de nacimiento aproximada
(según calendario cristiano europeo):
22 de Febrero de 4000 a.c
Fecha de defunción:
24 de setiembre de 1888 (3)
Edad real (de existencia en el mundo):
6000 años
Edad física: 30 años (4)
Creador: Galatea DNegro
Paleta de colores
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No, debes consultar a Gala ( link aquí ) si te da permiso antes de hacerlo.
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Aclaraciones:
(1) Sobre la elección de la nominación: “Pampa” (del quechua “campo”) fue el primer gentilicio dado por los españoles hacia el primer conjunto de nativos que vieron en su llegada. Como no sabían que había diferencias a todos los llamaron por igual durante casi un siglo; esa universalidad me pareció apropiada para el personaje, porque es la representación cultural de todas las tribus de Argentina que alguna vez existieron.
(2) Sobre su nombre: Una razón histórica y una mística. Por un lado, el nombre está basado en Painé-Guor, uno de los caciques más relevantes de la historia en el suelo argentino. Murió en la resistencia de la Campaña al Desierto y fue un gran estratega, asesoró a caciques más jóvenes recorriendo kilómetros a pie llevando información del enemigo (como una especie de espía antiguo). Mantuvo las fronteras por muchos años, y realizó hazañas loables contra los criollos.
Por otro lado, el significado: “Piaré” en lengua diaguita significa “zorro” y “Guor”, “celeste”. Decidí usar esta combinación porque este animalito era muy común verlo en las pampas, previo a la llegada de los españoles. Además, según las leyendas, en la llanura habitaba un zorro de pelaje grisáceo-azulado, el dusicyon avus, del doble de tamaño que los modernos.
(3) Último registro escrito militar que describe el final de la campaña de Conquista al Desierto, donde fue fusilado Inacayal, el último Cacique de la resistencia.
(4) Los nativos solían ser longevos, y la edad de maduración era considerada entre los 25 y 35 años. Ahí se los consideraba “un macho pleno”, capaz de cumplir con todas sus funciones.
Cacique Pampa
Piaré-Guor
Descripción física
Un hombre de 1,80 mts., de tez marrón y cabello negro, con ojos ébano. Su lengua era el tehuelche.
Solía pintar su rostro de diferentes colores, quedándole con el correr del tiempo marcas lavadas, signos de diferentes tribus en las que estuvo dentro del territorio argentino.
Vestía el manto patagónico ("quillango") en colores tierras y rojizos, tinte característico en las telas de su tiempo. Algunas parcialidades se cubrían con arcilla mezclada con hierbas como defensa del sol y los mosquitos.
Como características de su cuerpo, poseía hombros anchos y espalda fuerte, manos grandes y una gran musculatura en las piernas debido a que era un cazador nómade de venados, ñandúes y guanacos, utilizando la lanza y la boleadora como sus armas predilectas para esta actividad. Fue un gran caminador antes de la utilización del caballo, ya que la captura la realizaba a pie hasta cansar al animal, pasando en ello dos o tres días sin parar; no tomaba agua ni comía, sólo bebía la sangre de los animales que obtenía.
Su bandana bordó siempre estuvo con él porque fue algo que le obsequió Inca cuando lo conoció de pequeño. No fue por amabilidad, sino que era una marca para reconocerlo entre los humanos. Al crecer, Pampa lo transformó en un elemento de guerra para confrontarlo en las fronteras, así que Inca siempre se arrepintió e darle ese estandarte, que destacó a Piaré-Guor entre sus hermanos.
Personalidad
Como el zorro, astuto y bromista, poseía una alegría innata y un buen sentido del humor. Era afable con los más pequeños, amable con los extranjeros y sumamente protector de los más ancianos. Con su nieto fue melaza pura, tierno al extremo.
De personalidad jocosa, siempre veía el lado positivo de las cosas y encontraba las soluciones más alocadas a los problemas de la vida cotidiana, de sus hijos e inclusive en cuestiones con sus hermanos, avatares de otros pueblos vecinos. Era común que les jugara bromas o pusiera a prueba sus inteligencias con sofisticados acertijos; víctima de los cuáles la mayor parte del tiempo era su hermano más cercano, Charrúa.
Al estar triste su melancolía era extrema, mostrando una gran sensibilidad ante las cosas que le dolían. Pero era fuerte y valiente cuando defendía sus causas, y bastante cabeza dura cuando se enojaba. Las discusiones con él eran interminables, días y noches con una resistencia mental que solamente Mapuche podía superar (sólo porque poseía una tozudez mayor)..
Siempre ávido de aprender, eternamente curioso y un poco cleptómano, solía quedarse con pertenencias de sus hermanos en las visitas, con el sólo fin de cometer travesuras... que pagaba después – aunque su favorita, la pipa de Charrúa, era un elemento que hurtaba muy frecuentemente.
Religión y Cosmovisión
Si bien su zona de estancia fue siempre en la Pampa Húmeda, adoptando costumbre cotidianas de esa región, sus creencias se atañen hacia el centro-norte, así como su vestimenta y lenguaje son del Sur.
Sus creencias se aferran a la de los antiguos pámpidos, previa a la división posterior de sus tribus descendientes.
Creía en una divinidad del bien, Chachao o Soychu, equivalente a un dios Sol. En oposición estaba Gualicho o Wualichú, el mal, del que se defendía agrupándose en comunidades, ya que temía a los hombres.
En el mito cosmogónico, el conflicto entre estos dos seres comenzó cuando Gualicho le hizo la broma a Chachao de darle el aliento divino a los muñecos de barro que éste había creado, cobrando vida los animales y hombres. Chachao entonces se espantó, escapó horrorizado por la Vía Láctea y con su cuchillo de piedra cortó el camino del Cielo para que los monstruos no subieran. En castigo dejó a Wualichú en la pampa de la que no pudo salir. Él tampoco regresaría.
Cuando en las noches de tormenta había relámpagos y truenos poderosos, creía que estas divinidades estaban discutiendo al encontrarse una y otra vez.
En relación con las costumbres religiosas, el chamanismo o shamanismo estaba desarrollado y conocía el uso de yerbas medicinales. Para curar al enfermo se chupaba con fuerza su estómago para quitarle el mal; a veces se colocaban espinas o gusanos bajo la lengua para hacer creer al paciente que las extraía de su cuerpo, y así se curaba de miedos, pesadillas y enfermedades.
No se realizaban ceremonias funerarias, solamente se enterraba al difunto con las pertenencias que tuvo al momento de muerte y su aliento era guardado por el shaman para alimentar al siguiente hombre adulto de esa familia, infundándolo con la fuerza de su antecesor (repitiendo el mito de Chacha y Wualichú).
Historia
Cacique Pampa era un astuto y muy inteligente ser que existió en la Pampa Húmeda (centro-este de Argentina). Si bien la extensa región tenía diversas etnias y tribus aglutinadas (Tehuelches, Querandíes, Sanvirones, Diaguitas, Onas, etc.), Pampa dominaba a las poblaciones más numerosas, siendo respetado y aceptado por el resto de las tribus nómades, inclusive en contacto territorial con Mapuche, Guaraní y su hermano Charrúa.
A la llegada de España, la resistencia fue casi nula y se establecieron los primeros contactos; pero al avanzar los ibéricos la agresión creció hasta que comenzaron las persecuciones y en consecuencia los famosos "malones" que devastaron los primeros intentos europeos de fundar las ciudades. Tanto en la zona portuaria de la futura Capital Federal como en el Interior, en las provincias de Tucumán y Córdoba (de allí proviene la famosa Batalla de Calchaquí), que hacían conexión de ruta para el Virreinato del Perú y las Minas del Potosí, donde se encontraba la única riqueza de los españoles.
Cuando Pampa terminó de entender que traía el europeo en sus intenciones y en su sonrisa, la resistencia fue más recalcitrante, porque había abusado de su bondad y se sintió traicionado.
(Sobre todo cuando en una de esas confrontaciones le robó a su nieto).
Finalmente, en una de las últimas resistencias contra los “indios”, España diezmó a gran parte de la población alejándola de la actual Buenos Aires y los corrió hasta la actual provincia de La Pampa, todavía territorio no habitable para los recién llegados.
Durante el Virreinato del Río de la Plata, se conocía de su existencia oculto entre los montes, y los criollos decidieron mantenerlo en las fronteras: fue la época de los nacientes gauchos; estos primeros mestizos comenzaron a mediar con muchas tribus, llegando a acuerdos individuales de pacificación... temporal, claro. Porque los criollos siempre se aprovechaban de ellos.
En esos siglos, Pampa intentó acercarse a su nieto Martín (al que llamaba Kalén - que significa 'el diferente') sin éxito. Este no supo nunca más nada de él, salvo su lejano recuerdo de haberlo visto “morir” en cuanto España lo alejó de él y lo "reeducó".
Posterior a su independencia, la joven República Argentina realizó la última y más sangrienta de las cruzadas contra los nativos: la Conquista y la Campaña al Desierto, que diezmó la vida de millones.
Entre ellos, a su abuelo.
Pampa fue asesinado en un fusilamiento público realizado en setiembre de 1888; dando fin a la cruzada contra los pueblos originarios argentinos; desterrando a los supervivientes y borrando cualquier posible vínculo existente.
Algo más
Se dice que Pampa encarnó espiritualmente a los caciques más importantes de las tribus argentinas, identificándose especialmente con Namúncurá, padre del posterior beato Ceferino Namúncurá, apreciado en las diócesis católico-salecianas (patronadas por San Juan Bosco). Este fue el último cacique y firmó la paz definitiva con el creciente gobierno argentino para el cese de las persecuciones.
También se dice que todos estos hombres, una vez terminada sus tareas, desaparecían por la noche, tras las inmensas extensiones de la llanura. Por ese motivo, se rumorea que en realidad Pampa utilizó sus habilidades para disfrazarse eventualmente de cada gran líder tribal, guiándolos para enfrentar durante todos los centenares de años a los españoles, criollos, gauchos y posteriores gobiernos de su nieto.
Muchos otros, sin embargo, consideraron que fue extinto en la primera gran invasión de Antonio y que sus restos se hallan esparcidos en la Pampa; y sus apariciones han sido sueños o ilusiones.
Pero actualmente, algunos lo han visto recorrer el país en caravanas solitarias o con algunas de sus desperdigados descendientes. Siempre realiza viajes nocturnos y visita a las comunidades de todo el país, para aconsejarles.
A fines del siglo XX, los reclamos comenzaron a surgir de las comunidades sobrevivientes de las masacres. Los gritos que rajaban las punas llegaron hasta Martín, reconociendo voces parecidas a las de su olvidado abuelo que creyó disuelto.
Testigos afirmaron también que en un pueblo de la Provincia de Santa Fe, Martín Hernández y Pampa tuvieron un encuentro luego de siglos de alejamiento y rechazo.
Las conversaciones no fueron escuchadas, pero se sabe que "Kalén" permaneció todo el día allí bajo las condiciones establecidas por su abuelo: vestido de ropas criollas, sin lujos, y hablando en la lengua de origen (que Martín tuvo que volver a recordar luego de que España se encargase de borrársela). A la mañana siguiente partió con caballo en el mismo silencio que llegó. Abuelo Pampa partió a pie en la dirección opuesta.
Con parte de él tirándole la sangre y libre de los pensamientos sobre la barbarie, la actitud entonces fue otra, y delegó a sus herederos tierras y algunos derechos en una muestra de -costoso- acercamiento.
Hernández desconoce este hecho.